¿A dónde vas?... a vivir un paseo en Bus

¿Has tenido la oportunidad de viajar en bus?, pues si aún no lo has hecho, déjame decirte que podrías no estar conociendo todo un mundo de experiencias, situaciones o imágenes interesante y enriquecedoras para tu vida. Te preguntarás cómo es posible, pues déjame contarte mi historia.

Luego de haber tenido automóvil por muchos años y de realizar cambios interesantes de vida, me ha tocado trasladarme en varias oportunidades en transporte público en Manzanillo, Colima (México); muchas veces se me escapan los detalles por andar pendiente del horario de las rutas que requiero tomar para poder movilizarme, sin embargo he tenido el privilegio de vivir paseos que me han inducido a poner atención y contemplar cada viaje, las personas y el recorrido… créeme que ha sido una experiencia distinta al punto que ha dibujado en mi mente, corazón y rostro, una sonrisa de poder ser parte de “instantes”.

Por ejemplo, en cierta oportunidad ya iba tarde al trabajo, pero el bus se detenía en cada parada a dejar y recoger personas, en una de esas tantas paradas podía verse el mar abierto; así que aceptando mi retraso, giré por un instante mi rostro hacia la ventana, y en ese preciso momento, una ballena mostraba su dorso expulsando agua a la superficie para volverse a sumergir. Realmente fue un espectáculo al que agradecí el ir tarde a mi trabajo porque siempre desee ver en persona instantes como el que acabo de relatar.

En otra oportunidad, venía de retorno a mi casa y el chofer del bus, se detuvo y bajó de prisa dejando a sus pasajeros, éramos como 20 personas, dentro de la unidad; todos empezamos a mirarnos entre nosotros y comentar “qué habría pasado” mirando por las ventanas… como a unos 15 minutos sube corriendo el chofer del bus con una bolsa olorosa a pollo asado y sonriendo nos dijo “es que ya tenía hambre” … pues creo que más de la mitad sólo alcanzamos a decir “claro, por supuesto” y a reírnos de la situación; el otro tanto casi entre dientes comentaba “sólo aquí pasa esto”. Lo curioso es que de venir cansados de la jornada de trabajo, ese simple acto nos hizo reír y recordar que son valientes y necesarias las sorpresas que te “switch” en tu diario vivir.

Otro relato, ha sido escuchar a los payasitos que suben a los buses y realizan todo un acto de chistes, cuentos e historias con el objeto de hacer reír a los pasajeros y chofer, además de recibir una colaboración por su presentación… a veces uno trata de no reírse por aquello de la compostura, pero es inolvidable cuando te sales de ese esquema y te dejas atrapar por las ocurrencias de estos interesantes personajes. Para finalizar, relatarles mi encuentro con un ganso… ¡Sí, como lo leen, un ganso!, y es que es común que también las mascotas tengan su paseo en bus, y en aquella oportunidad un señor subió con una bolsa reciclable y adentro iba un ganso mediano que sin dudas acaparó la atención de los pasajeros, cuando al arrancar el bus, empezó a subir y bajar del bolso, dándole toques a su dueño con la cabeza hasta llegar a su destino… mi reacción, tomarle una foto al gansito y sonreír por la experiencia de haberlo visto. Esperemos tener otros buenos gratos momentos de mis paseos en Bus.